miércoles, 18 de julio de 2012

Bob Thomas - Michael Jackson y Hazel George, una amistad poco conocida


“Hola, Bob, soy Michael”. La tenue voz causó que tuviera que revisar los Michaels que conocía. Estaba bloqueada hasta que la voz preguntó, “¿Usted escribió un libro sobre Walt Disney?”.

Reconocí que había escrito “Walt Disney, An American Original” [“Walt Disney, Un Americano Original”]. También reconocí la voz ahora – Michael Jackson – recordando que él tenía pasión por todas las cosas de Disney.

“Me gustaría hablar con usted sobre Walt”, dijo urgentemente, y yo estaba de acuerdo. La cita se fijó para la tarde siguiente en su complejo familiar en el Valle de San Fernando, Encino, el cual estaba sólo a unas cuantas cuadras de mi casa.

Llegué a la propiedad y me anuncié al recepcionista que estaba al otro lado del intercomunicador. Una puerta maciza se abrió lentamente y me condujo por un pasillo estrecho hasta que paró frente a un edificio con oficinas. Yo miré alrededor y pensé que estaba viendo un alto árbol cercano. Miré de nuevo y era una jirafa.

Un asistente dijo que Jackson estaría listo pronto y pasé 20 minutos inspeccionando una pared llena de fotografías de Jackson con Frank Sinatra, Ronald Reagan, Elizabeth Taylor, Elvis Presley y otras celebridades.

Finalmente, Michael estaba listo. Entré con él a un exquisito comedor y lo seguí escaleras arriba a la biblioteca, la cual contaba con un retrato a tamaño real de Walt Disney.

“¿Le importa si grabo nuestra conversación?”, preguntó.

“No si no la usas comercialmente”, contesté.

Empezó por hacerme unas cuantas preguntas y yo le expliqué cómo conseguí una entrevista con Walt. Cuando él se quedó sin preguntas, le conté algunos recuerdos de Walt.

Hacia el final de la conversación, Michael titubeante preguntó si Walt alguna vez usó algún improperio (palabrota). Sin pensar, le respondí que nunca le escuché pronunciar ninguno.

La entrevista había terminado y Michael me acompañó hasta las fotografías que yo ya había examinado.

Él estaba ocupado a mediados de los 80 y no esperaba verle otra vez. Sin embargo, meses después me llamó. “Hola Bob, soy Michael”, dijo. “¿Crees que Hazel George está todavía viva?”.

Le dije que no lo sabía pero que lo averiguaría. George fue durante mucho tiempo la enfermera de Disney, la cual también intercambió chismes de estudio con él. Averigüé que Hazel estaba ya retirada pero todavía vivía cerca de Disney en Burbank.

“Me encantaría hablar con ella”, dijo Jackson. “¿Puedes arreglarlo?”.

Lo hice y pocos días después Jackson me recogió en mi casa en una limusina con chofer y nos dirigimos al bungalow de Hazel.

Hazel había envejecido desde que la entrevisté para la biografía y me di cuenta de que tendría que estimularla. Había grabado las historias que ella una vez me contó y las había traído, así que las reproduje. 

Jackson estaba fascinado pero apenas decía una palabra. Cuando acabamos, Hazel le dijo a Jackson, “ven otra vez a verme y no le traigas”. Se refería a mí.

***

Jackson seguió visitando a Hazel durante los próximos 10 años, enviándole flores y entregándole CD's de música clásica como regalo. Otra visitante regular fue Diane Disney, hija de Walt. Falleció en Burbank, California, el 12 de marzo de 1996.

Michael junto a Hazel 

SweetAngel y Laura Jackson

2 comentarios:

  1. Vivi Ramón18/7/12 00:56

    Una de las historias más lindas que leí. Gracias Laura!!!!!

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