martes, 8 de abril de 2014

Sus hijos como prioridad

"Uno de los dormitorios de arriba se transformó en aula y todos los días iba un profesor a casa. Por tarde que se acostara, Michael nunca dejó de despertarse temprano para ayudar a sus hijos a prepararse para ir a clase. Mi madre les daba de comer, pero Michael es el que los vestía -muy arreglados, como si fueran a un colegio fuera de casa- y los obligaba a lavarse los dientes".

"¿Cuántas veces puedo decir que los hijos de Michael siempre fueron su prioridad? No importa dónde estuviera ni qué estuviese haciendo, sus hijos siempre podían contar con él, y lo sabían. Si se encontraba en una reunión y uno de ellos lo necesitaba por lo que fuera, dejaba todo, lo atendía y después volvía. Si daban la lata para irse a dormir, se quedaba con ellos, les hablaba, les explicaba por qué tenían que acostarse y lo que él estaba haciendo, o dónde estaría. Los consolaba cuando estaban disgustados. Jamás se los endilgaba a Grace cuando lloraban, ni a ninguna otra niñera. Siempre tuvo la paciencia de quedarse con ellos hasta calmarlos, siempre se tomó ese tiempo, por tarde que llegara a una cita posterior. Nunca se enfadaba ni se frustraba. Tenía una paciencia infinita y el resultado era que sus hijos estaban centrados, se sentían seguros y abiertos al mundo."


Fragmentos obtenidos del libro Mi amigo Michael, de Frank Cascio.

Gracias a On The Boogie por pasármelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario